Durante uno de los festejos del Día de Muertos, la noche del primero de noviembre en la explanada del Gobierno Municipal de Uruapan, Michoacán, fue asesinado a balazos el alcalde de dicha demarcación, Carlos Manzo. El crimen fue cometido por un sujeto que fue abatido en el mismo sitio tras disparar contra el presidente municipal con un arma calibre 9 milímetros, según confirmó el fiscal general de Michoacán, Carlos Torres Piña.
Un regidor del ayuntamiento resultó lesionado y se informó que dos personas más fueron detenidas por estar presuntamente relacionadas con la ejecución.
Por la mañana se llevaron a cabo los servicios fúnebres del alcalde, a los que asistió el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, quien no fue bien recibido por la ciudadanía de Uruapan, que lo abucheó.
Por su parte, Omar García Harfuch, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana federal, informó que desde diciembre del año pasado, Carlos Manzo tenía asignados agentes de la Policía Municipal como escolta y 14 elementos de la Guardia Nacional; todos fueron burlados por el o los agresores.
Nota por Tere Mejía y Cristian Ibarra
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