La alcaldesa de Mexicali exclamó recientemente mientras criticaba conductas nocivas en espectáculos y su censura: “Yo no quiero grupos de narcos…” ; por otro lado, en Tijuana, “Grupo Arriesgado” recibió amenazas que llevaron a la cancelación de su concierto el pasado sábado 11 de febrero, lo que seguramente traerá la promoción cultural a mesa de discusión por parte de las autoridades.
Con aspiraciones de lujo, marcas como Louis Vuitton, Michael Kors, Prada, Bulova o autos como el Mercedes-Benz AMG, más de 50 mil pesos en efectivo en el bolso de mano para pagar la fiesta, un par de radios y teléfonos de alta gama, salen a las calles de la Ciudad de México los “alucines”. Estos jóvenes de 19 a 25 años vienen del norte del país, algunos de Michoacán o Guadalajara, y además de su gusto por los perfumes caros para oler rico y estar acostumbrados a la música bélica, siguen los ideales de una cultura narco ostentosa.
Un video del youtuber Yulay muestra la vida de tres jóvenes que ellos mismo se califican como “alucines”; dos de ellos, Diego y Mariano, confiesan que desde pequeños siguen una vida de lujo rodeados de “morritas bonitas y solteras”, una apariencia bien, con ropa de marcas de lujo, gracias a su labor como transportistas, y buenas relaciones familiares. Otro joven, Rodrigo, acepta que es un “alucín” por moda y es habitante de la alcaldía Iztapalapa, en la Ciudad de México. Los tres coinciden que sus aspiraciones al lujo y mostrar esa vida en redes sociales y a sus amigos los une.
No les importa que los confundan con “buchones”, “encobijados” o que policías los detengan en la vialidad o en la calle, simplemente por su forma ostentosa de vestir o andar en un auto de alta gama. Aseguran que es algo que les pasa dos o tres veces a la semana y simplemente platicando con la autoridad las cosas siguen su rumbo. Normalizan que puedan detenerlos por su apariencia estrafalaria y es que tratan de llamar la atención no solo con sus prendas caras, sino con su forma de hablar y moverse en un círculo social que es solo para algunos.
Nací alucín, me muero alucín
La especialista Tania Meléndez Elizalde, de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón de la UNAM, identifica a este grupo de jóvenes en un rango educativo bajo, primaria o secundaria, trabajan desde temprana edad y sus aspiraciones a una buena vida se puede lograr con el trabajo duro o conviviendo con la delincuencia organizada. Los alucines están definidos en dos grupos; los “alucines de dinero”, estos jóvenes regularmente son privilegiados por el acomodo de sus familias o por su incursión en el mundo del hampa; el otro grupo es marcado como “los alucines sin dinero”, estos muchachos adoran la cultura del narco y la facilidad para lograr la fortuna, sueñan con manejar autos de lujo, vestir ropa cara y al escuchar música bélica se emocionan e idealizan un mundo donde ellos son los protagonistas de la fiesta.
Qué pasó pa’, anda la chavalada con el alucinómetro al 100. Ya se la sabe, la plebe pura marca registrada
Con un argot especial para comunicarse y hasta con un medidor que establece qué tan alucin eres, ellos idealizan la narcocultura y su alucinómetro indica que están vistiendo y actuando con todo lo que caracteriza a esta cultura aspiracionista que ha generado división de opiniones en redes sociales, pues además es adoptada por la Generación Z y de acuerdo con quienes forman parte de esta moda se trata de aspirar o alucinar más de lo que se tiene.
Los básicos de un alucin son:
- Ropa cara: Michael Kors, Calorina Herrera, Gucci, Dolce&Gabanna, Bulova
- Gorras: Goorin Bros
- Bolsas tipo Belikines: cangurera de moda con motivos de animales con estampado militar como el cantante Luis R Conriquez, estrella de corridos bélicos
- Lentes oscuros de marcas como Armani, Givenchy, Dior
- Tenis: Gucci, Hugo Boss, Ferragamo por citar algunas marcas
- Perfumes: Bylgari, Burberry, Calvin Klein, Carolina Herrera
El video que muestra Yulay se percibe estos sueños en los tres jóvenes; Mariano, Rodrigo y Diego comparten su vida como “alucines” en sus redes sociales, no dudan en enseñar los lujos que los rodean o a los que aspiran. En el caso de Mariano lo vemos en su perfil de Instagram a lado de camionetas GMC o Audi, y autos de lujo como el Chevrolet Corvette y su ropa siempre es con atuendos al estilo buchón; sombrero pulcro, camisa de seda abierta, jeans de marca y como accesorios, gorras Gucci, cadenas de oro y relojes Bulova. Siempre trabajando, soñando por más y manteniendo un estatus alto.
Calmese Pa’
Un barbero, entrevistado por el youtuber Yulay, narra cómo es el look que los “alucines” piden para ser identificados; se trata de un corte estilo mullet, un poco más largo de la parte de la nuca, esto para que cuando se pongan las clásicas gorras que usan se muestra su cabellera, mientras que en los lados de la cabeza el corte es muy pegado a la piel, muy pulcro al estilo militar, sin patillas. Otra característica de los “alucines” es que ninguno se deja la barba, todos procuran mostrar un rostro limpio sin vellos faciales o bigotes y la ceja luce definida en sus bordes por lo que sí es necesario recurren a la depilación para tenerla perfecta y no perder su estilo.
Otro detalle que hace muy visible a un “alucín” que trabaja de forma legal, según Mariano, está en constante comunicación y monitoreo con sus trabajadores, pues explica que posee dos teléfonos celulares de alta gama; uno es para asuntos personales y para sus redes sociales y en el otro tiene una app de geolocalización satelital que le sirve para ubicar a cada uno de sus transportistas o gente bajo su mando, por lo que aunque ande de fiesta con morritas y otros alucines sigue pendiente de su trabajo.
Contra toda crítica en redes sociales, en las calles o el hate que lanzan contras, sus ideales lujosos y forma de vida ostentosa, real o superficial, los define y los coloca como una nueva tribu urbana que comienza a prosperar en la Ciudad de México y a consolidarse en muchas regiones al norte de México, donde la pobreza y la fuerte delincuencia los hace aspirar a una vida brillante y lujosa.
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