Este jueves 24 de agosto Donald Trump llegó a la cárcel del condado de Fulton en Atlanta para entregarse y ser acusado de más de una docena de cargos derivados de su intento por revertir los resultados de las elecciones de 2020 en Georgia. Cabe señalar que esta es la cuarta ocasión que el exmandatario enfrenta a la justicia.
Previamente, el también empresario y sus abogados ya negociaron un acuerdo de consentimiento, por lo que se espera que el proceso sea rápido. Trump aceptó una fianza de 200 mil dólares y otras condiciones de liberación, tales como no atacar a los coacusados del caso mediante redes sociales y testigos del caso.
De acuerdo con información de la Oficina del Sheriff de Fulton, una vez que un acusado ingresa a la cárcel y es detenido, la persona técnicamente está “bajo arresto”. Se espera que le tomen huellas dactilares y la popular fotografía policial.
Los acusados normalmente se someten a un examen médico y reciben una consulta previa al juicio. No está claro si eso sucederá con el político republicano. Las autoridades de dicha localidad aseguraron que el magnate será tratado como cualquier implicado en un caso delincuencial.
Las detenciones obstaculizan sus aspiraciones a la presidencia de EU
Durante el mes de abril, en entrevista con El Heraldo Digital, la Dra. Mariana Aparicio Ramírez, coordinadora del Observatorio de la Relación Binacional México-EU de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) explicó que ni una acusación ni una condena lo impedirían legalmente a aspirar a la nominación presidencial.
El argumento jurídico es que la Constitución de Estados Unidos sugiere únicamente las siguientes 3 normas: nacer en Estados Unidos, ser residente del país al menos 14 años y tener más de 35 años de edad. “Estamos frente a cuestiones políticas más que legales”, agrega Aparicio Ramírez.
La especialista en Política Comercial de EU señaló que el exmandatario sabe capitalizar muy bien “el show mediático” para volver a colocarse en la opinión pública y relanzar la campaña rumbo al 2024 tras perder visibilidad ante otros contendientes.
¿Afectará la relación con México?
Cada dos ciclos de EU, coincide con el cambio a la presidencia en México, y eso será, de acuerdo con la especialista, “siempre una moneda al aire”. En el caso de la relación México-EU siempre habrá una gran diversidad de temas, tales como seguridad, comercio y migración. No importa quién se encuentra en la presidencia, son agendas que se mantendrán vigentes, porque forman parte de la política interna de los estados.
Otro de los temas que va a sonar mucho en la siguiente administración mexicana es la cuestión de la Reforma Energética y el T-MEC. En nuestro país ya se nacionalizó el litio, por lo que será un tema latente en las campañas de los personajes políticos, junto con el Medio Ambiente.