Después de que miles de personas originarias de Haití, el pasado viernes 17 de septiembre, el Gobierno de Estados Unidos comenzó la preparación de los múltiples vuelos de deportación a la isla. De acuerdo con EFE, el objetivo principal de esta estrategia es desalentar la llegada masiva de haitianos que acampan en el sur de Texas. Al respecto, The Washington Post informó que las autoridades en cuestión preparan hasta 8 vuelos diarios para trasladar a los 13 mil migrantes que ya lograron cruzar la frontera de USA con México.
Los migrantes continúan arribando al territorio estadounidense desde el pasado martes, por lo que las autoridades responsables se han visto desbordadas. Ante la situación, las personas originarias de Haití han improvisado un campamento mientras esperan que sus solicitudes de asilo sean procesadas. Sin embargo, la cantidad de migrantes ha ido aumentando considerablemente durante los últimos días.
¿Nueva emergencia?
La lentitud en el proceso de las solicitudes de asilo ha ocasionado que la situación se vuelva cada vez más preocupante, pues los indocumentados carecen de servicios básicos y se enfrentan a condiciones que se consideran como un factor amenazante en lo que respecta a una nueva emergencia humanitaria en la frontera sur. Ante las constantes críticas de la oposición, Joe Biden decidió ordenar el cierre temporal de los puentes fronterizos en Del Río, Texas.
Respecto a los vuelos de deportación, un agente de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos comunicó, en entrevista con EFE, que los vuelos con dirección a Haití partieron desde San Antonio y Laredo, por lo que se espera que la población haitiana reciba el mensaje de manera clara. Bajo esta misma línea, las autoridades estadounidenses aseguraron que deportarán a todas aquellas personas que lleguen a Estados Unidos sin justificación.
No tienen intenciones de regresar a su país
Por su parte, los migrantes haitianos afirman que no están en condiciones de regresar a su país, pues se encuentra ante una inestabilidad derivada del terremoto ocurrido el 14 de agosto y el asesinato del presidente Jovenel Moïse. Por otra parte, en México, se han implementado una serie de filtros sanitarios y de seguridad con el objetivo de verificar la situación de los migrantes. Sin embargo, hasta la mañana del domingo pasado, 33 camiones con 491 personas migrantes han regresado por no poder demostrar su estancia legal en el país.
Fuente: El Heraldo Mexico