De nueva cuenta, para la Presidencia de la República, el parámetro de comparación de la guerra contra el narco del expresidente Felipe de Jesús Calderón Hinojosa es una variable que tiene que ver con el asesinato del presidente municipal de Uruapan, Michoacán, y la condena a la oposición por no aportar soluciones ante el escenario de inseguridad que vive el país.
A la presidenta de México le duele el asesinato de Carlos Alberto Manzo Rodríguez, según su declaración en la mañanera. Sin embargo, se enfocó en señalar a la oposición y no en el análisis de por qué falló el perímetro de seguridad del alcalde.
El mensaje de la Presidencia a todo el país es que diariamente se trabajará por la seguridad y la paz, pero regresar a la guerra contra el narco no es opción.
Nota por Rafael Torres
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