Tras la visita del senador de los Estados Unidos, Cory Booker, a San Diego, donde condenó la contaminación que vierte Tijuana al mar, las autoridades ambientales del vecino país del norte plantean presionar al gobierno mexicano para atender este problema. Y es que la situación va más allá del inicio de operaciones de la planta de tratamiento de San Antonio de los Buenos. De las 17 plantas de tratamiento que tiene Tijuana, solo tres funcionan a la perfección, cinco simplemente no operan, y el resto no trabaja a su capacidad máxima.
El diputado presidente de la Comisión del Medio Ambiente en el Congreso local ha señalado este problema durante los últimos tres años y se mostró preocupado por la aplicación o no del recurso del Bono Verde —que endeudó al Estado— y que estaba destinado precisamente a resolver el problema de las plantas de tratamiento.
El problema es sumamente serio para Baja California. Un estudio de la Universidad de California en San Diego (UCSD), encabezado por Adam Cooper, reporta la presencia de cocaína, metanfetamina y otros contaminantes que no solo afectan la vida marina, sino que ya representan una amenaza a la salud de las personas.
Nota por Rafael Torres
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